24 de junio de 2010

Pintura social en Chile

BRIGADAS RAMONA PARRA
Arte de la ciudad

Ernesto Saúl


Las brigadas muralistas chilenas son una experiencia absolutamente original. Nacieron con una finalidad práctica: HACER PUBLICIDAD POLÍTICA. No hubo en ellas ni un maestro ni un grupo de artistas. Todo lo que saben lo aprendieron trabajando. Todo lo que han realizado lo hicieron aprendiendo. Para ellas la academia era el trabajo de la calle, de día o de noche, acosados por sus adversarios o huyendo de la policía. De la premura nació un arte rápido, directo, simple.

Las brigadas Ramona Parra, Inti Peredo, Elmo Catalán, son un producto esencialmente urbano. Sus murales forman parte del lenguaje de la ciudad, junto con los afiches, los avisos luminosos, las carteleras cinematográficas. En el idioma de los muros, su mensaje didáctico o político se impone por la fuerza del color y de la simplicidad.

Tal como en el arte de los cristianos primitivos, los murales urbanos están hechos de símbolos y letras. La paloma, la mano, la espiga, la estrella, son como el lenguaje de una nueva fe que por mucho tiempo se divulgó en la clandestinidad de la noche. Y tal como estos artistas primitivos, los integrantes de las brigadas muralistas no sabían que estaban gestando una nueva forma de expresión y la posibilidad de un auténtico arte popular.


 
PINTAR HUYENDO

La brigada Ramona Parra nació y se forjó en la lucha política. Cada contienda electoral era una oportunidad para salir a rayar en las calles. Pero terminada la contienda , la brigada se desintegraba, el trabajo perdía continuidad. Cuando el partido comunista designó a Pablo Neruda como su candidato a la mesa redonda de la Unidad popular, la brigada extendió su trabajo a todo el país. Desde entonces no ha abandonado su labor.

Uno de los muralistas resume esa experiencia: 
"El trabajo de las brigadas requiere práctica. Duarnte la campaña del compañero presidente, Salvador Allende, trabajábamos al margen de la ley, huyendo de la policía. Había que hacer cosas buenas y rápidas. Hacíamos rayado al ancho de la brocha, a la altura del brazo y de un solo color. Eran trabajos que nos quedaban chorreados, sin ninguna visión estética. Entonces vimos que podíamos hacer cosas mejores. Empezamos a hacer letras más anchas, bien alineadas. Usamos dos colores y pintamos el fondo de las murallas que estaban sucias. Hasta que finalmente llegamos a usar tres colores: un fondo, un filete y la letra de otro color. Al final de la campaña electoral teníamos una buena cantidad de rayados en todo el país".


¿Cómo nació la pintura mural política en Chile? Patricio Cleary
La Historia de un pueblo en los muros de Chile, Conversación con José Balmes

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