(AFP) - hace 6 horas
Las conversaciones fueron suspendidas en uno de los dos grupos de trabajo que negocian actualmente en Barcelona, el que discute el futuro del Protocolo de Kioto, y se llevaba a cabo una mediación entre bastidores para intentar desbloquear la cuestión, según fuentes cercanas a la negociación.
Los países del continente africano, a los que se sumaron Venezuela y Bolivia, acusaron a los países desarrollados de no comprometerse con cifras claras en sus recortes de emisiones de gases de efecto invernadero y se negaron a seguir negociando otras cuestiones hasta que ésta estuviese resuelta.
"Los países del Anexo 1 (países industrializados) deben mostrar la vía y poner sus cifras sobre la mesa", declaró a la prensa la delegada de Kenia, Grace Akumu, en presencia de los delegados de Argelia, Gambia y Lesotho.
Los 53 países de la Unión Africana esperan que los países ricos se comprometan a una reducción del 40% de sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2020 respecto a los niveles de 1990.
Las negociaciones de Barcelona tienen lugar en dos grupos paralelos: uno para los países que ratificaron el protocolo de Kioto (EEUU es el único país industrializado que no lo ha hecho) y el otro para los 192 países firmantes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que incluye a Estados Unidos.
Este segundo grupo proseguía sus trabajos el martes en Barcelona durante la suspensión de las negociaciones en el primero.
La reunión de Barcelona, que comenzó el lunes y finalizará el viernes, es la última sesión preparatoria antes de la conferencia de la ONU en Copenhague, del 7 al 18 de diciembre, que debe desembocar en un nuevo acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático.
Según algunos observadores en Barcelona, la iniciativa africana es una prueba de fuerza por parte de los países en vías de desarrollo para demostrar, de cara a Copenhague, que pueden bloquear la negociación si así lo desean.
Para otros, esta crítica estaría directamente dirigida a Estados Unidos
"El mayor emisor histórico del mundo, Estados Unidos, no está tomando acciones en las negociaciones climáticas, en sus objetivos, en su financiación y el mundo en vías de desarrollo le está pidiendo cuentas con razón", consideró en Barcelona el director de la campaña climática de Greenpeace en Estados Unidos, Damon Moglen.
"Mientras el Congreso estadounidense está riñendo sobre los subsidios para la industria de los combustibles fósiles y otras formas de justificar la inacción climática, los africanos están hablando de su supervivencia", agregó.
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